UNA FRÍA MAÑANA DE NOVIEMBRE...
Por Luis Enrique Cruz Villada
QUE MAÑANA TAN MÁS EXTRAÑA, EL AMBIENTE OLÍA A LLUVIA, RARO EN UNA MAÑANA DE NOVIEMBRE, HACÍA FRÍO, LO RECUERDO PERFECTAMENTE BIEN.
A DECIR VERDAD, SUELO RECORDAR BIEN LOS DETALLES DE LAS COSAS IMPORTANTES.
LEÍA LAS ULTIMAS FRASES DE UN CUENTO TITULADO "EL REGRESO", DEJE EL LIBRO SOBRE LA MESA, BEBÍ UN SORBO DE CAFÉ, AMO EL CAFÉ DE ESA CAFETERÍA, EMPECE A RECORRER EL LUGAR, SIEMPRE ME HA GUSTADO OBSERVAR A LAS PERSONAS, Y TRATAR DE SABER QUE PIENSAN, QUE SIENTEN, CUAL ES SU ESTADO DE ÁNIMO.
Y ENTONCES SUCEDIÓ, MI MIRADA SE TOPO CONTIGO, SENTADA, COMPLETAMENTE SOLA , ABSTRAÍDA EN TUS PENSAMIENTOS, VIAJANDO TU MIRADA DE TU TELÉFONO A LAS HOJAS SOBRE LA CARPETA EN TU MESA.
MI EXTRAÑA Y NO CUERDA CABEZA EMPEZÓ A PREGUNTARSE, ¿QUE CHINGADOS HACÍA UNA CHICA COMO TÚ, SENTADA SOLA EN UNA CAFETERÍA?
HABLANDO DE CORDURA, ¿PORQUÉ HABLO COMO ESTUVIERAS AQUÍ A MI LADO?, EN FIN, SEGUIRÉ CON LO QUE ESTABA.
RECIBISTE UNA LLAMADA, ¡PERO QUE SONRISA MÁS ENCANTADORA LA TUYA!
-SUELE VENIR DE VEZ EN CUANDO -ME DIJO LA MESERA- POR LO GENERAL LOS MARTES, Y SIEMPRE SE SIENTA EN LA MISMA MESA, A VECES CON UN LIBRO, A VECES CON ESA CARPETA. NUNCA LA HE VISTO ACOMPAÑADA.
SIGUIENDO MIS IMPULSOS ANIMALES, ME DECIDÍ A HABLARTE, LOS CONTINUOS VIAJES DE TU MIRADA AL TELÉFONO ME HICIERON PENSAR QUE ESTABAS ESPERANDO A ALGUIEN, Y EN ESE MOMENTO, AÚN DICIÉNDOME ATEO, ROGUÉ QUE NO FUERA ASÍ.
VESTÍAS UN SUÉTER A RAYAS, COLORES NEGRO, GRIS Y MORADO, ¿YO?, CAMISA NEGRA, SUÉTER A RAYAS DEL MISMO COLOR, UNOS JEANS ROTOS Y TENIS.
NO SUPE EXACTAMENTE COMO LLEGUÉ A TU MESA, LAS PIERNAS NO ME RESPONDÍAN, NO SUPE QUE FUE LO QUE DECÍA, MI VOZ TEMBLABA Y MI MENTE NO COORDINABA CON MI BOCA, ALZASTE LA MIRADA, LOS SEGUNDOS FUERON ETERNOS...
Y SOLO SUPE QUE DE PRONTO MI BOCA ARTÍCULO UNA SOLA PALABRA:
HOLA...
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