MI AÑO SIN TI.
Por Luis Enrique Cruz Villada
Empezó a
llover mientras estaba en la cafetería de la estación de trenes, el aroma a lluvia se mezclo con el del café
despertando mis más nostálgicos recuerdos, y así, de pronto, llegaste a mi
mente.
Junto con
la lluvia y los recuerdos llegaron las promesas que hicimos antes que
partieras. Nuestra noche rodeada de libros
y canciones, pidiendo perderme a tu lado, perderme en tus manos, y en
nuestros labios con sabor a café.
Te extraño
casi tanto como esa noche en que te dormiste acurrucada en mi pecho, deseando
que hubiese sido el latido de mi corazón el que te arrullase.
Prometimos
nunca dejar que la canción dejase de sonar, prometimos encontrarnos en algún
lugar de esta enorme ciudad y si no llegásemos, en tres años encontrarnos en
París.
Buscarte a
orillas del Sena o entre los pasillos del Louvre, jugando al gato y al ratón,
quizá te encuentre en algún museo en nuestra ciudad, en alguna librería, o
andando en algún parque como solíamos hacerlo.
Prometo
guardar mis besos para la época de lluvias, el aroma a café de tus labios, las
caricias en tu piel y mis ganas de extrañarte.
Prometo
guardarte bien cerquita de mi pecho, en el rincón más cercano a mi corazón, Para que te quedes ahí todo el año...mi año sin ti