Por Luis Enrique Cruz Villada
ADORE ESA SONRISA QUE APARECIÓ EN MI ROSTRO CUANDO LLEGUE A CASA POR LA NOCHE Y ANTES DE ABRIR LA PUERTA ME RECIBIÓ EL SONIDO DE ESA MÚSICA COMERCIAL QUE TANTO SUELE GUSTARTE Y QUE CON FRECUENCIA HE DICHO ODIAR.
ENTRE Y ME RECIBIÓ UN AROMA SUMAMENTE PECULIAR, DULCE Y DELICIOSO, CREO QUE ERA CANELA Y ALGO MAS QUE NO SUPE IDENTIFICAR, QUE EXTRAÑO, MUCHO ANTES ERA YO EL QUE SOLÍA COCINAR.
EL VUELCO QUE DIO MI CORAZÓN AL VER TU SONRISA BLANCA Y ENORME, LA FORMA EN QUE CAMINASTE HASTA DONDE ESTABA Y CON UN BESO, SIN PALABRAS, SIN SONIDO ALGUNO, ME DIJISTE HOLA.
DEJE LA GUITARRA A UN LADO DE LA SALA Y NOS SENTAMOS EN EL COMEDOR, APAGASTE TODA LUZ, ÚNICAMENTE DOS VELAS PRENDIDAS, DESCORCHASTE EL VINO Y TE SENTASTE JUNTO A MI, QUE HERMOSA TE VEÍAS A LA LUZ DE LAS VELAS.
PLATICAMOS SOBRE ESE DÍA, LOS DISGUSTOS, Y LAS TONTERÍAS DE LA GENTE QUE NOS SUELE RODEAR, CENAMOS, REÍMOS, CREO QUE LLEGO UN MOMENTO EN QUE CASI ME HICISTE LLORAR.
QUE MARAVILLOSA SORPRESA, COMPRASTE CAFÉ MEXICANO, EL CAFÉ CHIAPANECO QUE TANTO ME ENCANTA Y QUE INVADE CON SU AROMA HASTA EL RINCÓN MAS OCULTO DE LA CASA, DEMONIOS, CREO QUE ME ESTAS CONOCIENDO MAS QUE YO.
TOMASTE MI MANO Y ME MIRASTE FIJAMENTE, UNA MIRADA QUE ME COSTO UN TANTO INTERPRETAR, LENTAMENTE TE ACERCASTE Y ADIVINE TU AROMA Y TU CALOR EN MI ROSTRO.
TE TOME ENTRE MIS MANOS, TU CINTURA ACOPLÁNDOSE AL DORSO DE ELLAS, BAILANDO ESA CURSI CANCIÓN, CASI TAN CURSI COMO YO, INUNDÁNDOME EN UN BESO COMO HACE MUCHO NO SENTÍA.
Y COMO ME FASCINO EL CONTACTO DE MIS LABIOS CON TU PIEL, CON CADA RINCÓN DE TU CUERPO, CADA CARICIA DE MIS DEDOS CON TU PIEL, CADA BORDE, CADA HERMOSA IMPERFECCIÓN.
AUN SIENTO COSQUILLAS POR TUS MORDIDAS EN MI OREJA Y AUN SIENTO EN MI NARIZ EL AROMA DE TU CABELLO NEGRO Y ESAS DOS CANAS PREMATURAS QUE LOGRE ENCONTRAR.
EL PALPITAR DE MI CORAZÓN EN TU ESPALDA, TU BESO AGITADO ACOMPASANDO TU RESPIRACIÓN.
Y SENTADOS EN EL SILLÓN ME MIRASTE A LOS OJOS FIJAMENTE Y EN UN SUSURRO COMENTE, "ADORO TUS LABIOS QUE HOY SABEN A MENTA", A LO QUE SUAVEMENTE RESPONDISTE, "Y YO LOS TUYOS QUE SABEN A CAFÉ"