EFÍMERA.
Por Luis Enrique Cruz Villada
TAN FRÍA COMO EL VACÍO EN MI SILLÓN, COMO TU AROMA EN MI CHAMARRA, COMO EL CALOR DE TU PIEL EN EL LADO IZQUIERDO DE MÍ PECHO.
PREGUNTARME DONDE ESTAS, SI ACASO ESTARÁS PENSANDO EN MI, SI ME EXTRAÑARAS DE LA MISMA FORMA EN QUE TE ESTOY SANGRANDO EN ESTE MOMENTO.
SI ACASO TE ENCONTRARE EN ALGÚN SITIO DE LA HABITACIÓN, EN TUS RISAS CONTAGIOSAS, EN NUESTRAS NOCHES LLUVIOSAS, LOS CIENTOS DE VECES QUE CAÍAS RENDIDA POR LOS ATAQUES DE COSQUILLAS, ABRAZÁNDOME, QUERIENDO SENTIRTE MÍA Y YO DE TI.
Y DESEARTE Y QUERERTE TANTO COMO AL CAFÉ, COMO UNA TARDE LLUVIOSA Y LA PRIMERA VEZ QUE CORRIMOS DEBAJO DE ELLA HASTA DARNOS POR VENCIDOS Y ABRAZARME COMO SI NO QUISIERAS QUE ESE MOMENTO TERMINARA JAMÁS.
Y AHORA ESTOY AQUÍ, QUERIÉNDOTE, PIDIÉNDOTE, EXTRAÑÁNDOTE.