Pequeña Niña Hermosa
Por Luis Enrique Cruz
Villada.
Lléname desde la mirada a la
punta de los pies.
Amóldame a mis dedos entre los
huesos de tus manos, a mis brazos a la forma de tu cintura y de ti.
Llévame de las tardes de lluvia a
nuestra obsesión por el café.
Déjame probarte, de una paleta de
hielo a un beso robado antes de las diez.
Guíame a través de todos tus
lunares, de uno en uno, de diez en diez, mi mapa hacia tus labios a través de
tu piel.
Condúceme por tu infinito a través
de tus temores, ven pequeña niña hermosa, enciende de mi mano la luz, no hay
nada a que temer.
Súrcame en tus labios, acompáñame
en tu soledad. Levanta tu copa, brindemos el aroma de tu cuello, de tu piel.
Cuéntame una historia, baila
conmigo a tu compás.
Té helado de frambuesa para
sorprenderte, una taza de café para arrullarte.
No soy ni cuento cuentos de
hadas.
Quiero componerte nota a nota. Enséñame a tocar el piano, a escribir tu melodía
sobre las líneas de tu piel.
Detén mi tiempo, paraliza una vez
más el mundo…habla una vez más aquí en mis labios.
Tienes razón, que bonita pareja
somos.
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