Quiero hablarte de ella…
Por Luis Enrique Cruz Villada
¿Sabes?, te contaré un secreto, aún tengo la manía de
hablar contigo como si aún estuvieses a mi lado y me da por hablarte de todo lo
que se me ocurre, de mi día, del jardín, o que quizá hoy el clima me puso un
poco nostálgico.
Hoy, cuando venía de camino a casa me dieron ganas de hablar
contigo y contarte algo que me hace sonreír demasiado, pero vamos poco a poco.
Ya huele a otoño con un toque de navidad, empezó a
soplar un viento bastante frío, así que decidí usar el abrigo negro que tanto
te gustaba, ¿lo recuerdas?
Llegue a casa y deje todas mis cosas, me doble las
mangas de la camisa y puse la cafetera, sabes bien que mi adicción es el
café; y mientras estaba listo, puse un
compacto del Maestro Ornelas y empecé a pensar como te iba a contarr sobre ella.
Y helo aquí.
Hace mucho no sonreía así, hace mucho que el aroma de
una mujer no era tan irresistible. ¿Has visto a
los conejos cuando se asustan?,
bueno, pues ella se asemeja mucho a uno.
Puedo ser como realmente soy, sin apariencias ni
mascarás, no necesito aparentar ser fuerte o seguro, simplemente lo soy y ya.
“Que coincidencia maravillosa, que todas mis bromas
den con tu sonrisa”, dice Rodrigo Rojas, no es del todo de mi agrado su música,
pero esa frase en especial, justo ahora, me encanta.
Si, ya se lo que me dirías si estuvieras aquí, pero te
prometo ser cuidadoso, pero si estuvieras en mis zapatos entenderías muchas
cosas.
Es extravagante y tímida, predecible y terriblemente subversiva,
de mirada volátil e imaginación viajera y de un aroma extremadamente
irresistible.
No, no estoy hablando de amor ni de estar enamorado,
es simplemente que me gusta y mucho.
Creo que el café esta listo…
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